martes, 22 de diciembre de 2009

Qué mas ...hasta vernos parse (con mucho gusto)


La noche de las velas fue sorprendente. El derroche de fuegos artificiales para inaugurar la iluminación navideña en Bogotá me superó. Pan y circo. En realidad, más circo que pan. La imagen que compuse a partir del enorme despliegue de pirotecnia intenta - se queda corta debo aclarar - graficar la cantidad de lukas que se gastan en Colombia para cualquier cosa que ayude a distraer la atención. Se trata de "emborrachar la perdíz" con luces y demases para contener - por un tiempo, al menos - el estallido social que se aproxima. También cuenta la cacareada "guerra" contra el narcotráfico (que en la realidad es un chiste cruel. Gran parte de la economía se sustenta en la producción y el tráfico de cocaina, donde el padre de los paramilitares es quien la lleva), la "guerra" en ciernes contra Venezuela, que pregona el gobierno del "paraco" Alvaro Uribe - mejor conocido en la capital del país como "la rata que mata" - empujado por el imperio yanki, quienes son los socios en el negocito de la venta y distribución del "perico". Harto rato estuve en la desmesurada Colombia. Partí sin pena y claro... también sin gloria. Desde aquí saludo a los amigos de la casa de la montaña que me acogieron con mucho cariño. Gracias a Frank y su proyecto en Frailejonal, al cual le deseo los mayores logros y mis mejores augurios. De todos los lugares que he recorrido hasta ahora, Colombia es el más apasionante. Salud por el pueblo colombiano, que se merece - como toda américa latina - una realidad menos desigual.
Y sería todo. He regresado al país de nunca jamás. Arreglaré el penúltimo entuerto que me queda por resolver y volveré a emplumarmélas. Este es el último contácto de mi aventura sudaca, por este año. Un abrazo a todos y les deseo a todos mucha justicia y libertad.