Parchando en Arica... (mish!)

La cara más amistosa del morro, en Arica. Fetiche milicoso visto desde el sUr. La playa El Laucho. Capáz que sea el marido de la laucha que en esta parte del mundo era una rata muy pequeña y que a la luz del despilfarro del credito se ha convertido en guarén. Acá hasta los linyeras tienen auto, salvo que sean fotógrafos escepticos... Saludos y hasta vernos.

Otra vez en el camino...

Han pasado varios años... es la unidad de medida para sumar los días, parece. Mas luego instalaré algunas fotos para empezar a hablar como mejor se hacer: con imágenes.
El río Cochiguaz, tributario del río Elqui, donde metí mi humanidad para sacarme todo el polvo acumulado en estos días de viaje.

Liberado del peso de la historia retratada -he dejado en el museo de la memoria y los derechos humanos mis registros captados desde los inicios fotográficos- y reconciliado con mis propias decisiones (que a la fecha me han costado algo más que lo perdido en el desastre de Bogotá) estoy haciendo un registro escéptico.

Cochiguaz es una localidad de lo más extraña. Algunos habitantes no paran de entregar "datos" que no sirven un culo. Y otros son comerciantes descarados: se declaran independientes y venden vino vencido hace 12 años... la copia feliz del edén. Guatón caradura... el comerciante porque éste otro es unos más de la troupe que hace malabares y que me han prestado compañia hasta hoy.

Mientras vendía mi trabajo en una calle de La Serena he visto a un viejo conocido y me ha asilado en su hostal por dos días... mmm. Una cama suave, mucha agua caliente. Cuando vengan por acá no duden en pasar por Ojo de Pez, hostal ubicado en Prat 671de La Serena.

Palabras al cierre

Un saludo a quienes me han valorado y entregado muestras reales y desinteresadas de cariño. A los otros: ¡coman mierda! Volveré por mis fueros en cuanto solucione los problemas que me acarreó la cobarde agresión del llorón malparido. Y cuando recupere mis equipos. Ya estoy en posesión de mis archivos de los últimos veinticinco años y creo que podré, con ellos mediante, ponerme de pie.