
Pararé un momento. Aquí, en los alrdedores, la vida es pletórica. He salido a recorrer ciertas zonas cercanas -usando bote para hacerlo ya que la ciudad está rodeada de ríos-, he conocido las cochas -la foto muestra "la quistococha" y son lagunas pequeñas, producto de las lluvias y las crecida de los ríos (Marañon, Ucayali) que alcanza en todo su apogeo, hasta dos metros de altura. Participé -como testigo- en una ceremonia de ayahuasca y conocí a varios tipos, todos viajeros. Algunos la probaron y transmitieron cierta información acerca de sus sensaciones. Más adelante ahondaré en este nuevo conocimiento. Me quedaré un tiempo por acá. La hamaca es comoda y el lugar donde vivo es fresco y rodeado de palmeras y mangos. Hace un calor -casi siempre, después de la lluvia- de putamadre.