domingo, 13 de septiembre de 2009

ABUNDAMIENTO SOBRE MITOS


















¡¡ Compañero Lalo … presente !! P’tas, a ver si te motivo a comunicarte puh, wueón … pa’ saber, de tu puño y letra –o tecla y pantalla- como te encuentras, que has hecho, como marchan los proyectos, cuales has concretado … por último pa’ saber si ya te enjuanitaste completamente. Por mi lado, finalmente llegué al lugar que me había propuesto. Al territorio que sonaba mítico –para mi- desde tu casa en el cerro mirando la caleta, el mar. Fumando porros sureños –ripio lo llaman acá, el país de la abundancia… imagina… un cuarto (250grs) de moño rojo por 10 lucas de allá- que pegaban como ala de mariposa. Las imágenes que asomaban en tu televisor acerca de la revolución bolivariana no las encontré. Caracas me pareció algo siniestra. Además, el proyecto que presenté en la embajada no calentó a nadie. Vieja historia con mis proyectos. La siguiente cita está copiada de mi ficha de evaluación fondant 2009: “Los contenidos del proyecto no corresponden o tienen un bajo grado de correspondencia con la Línea, área y/o modalidad de concurso. La coherencia entre objetivos, fundamentación y descripción del proyecto es inconsistente, no hay expresión de una concatenación lógica. Los antecedentes adjuntos son totalmente insuficientes para dar cuenta del proyecto en la Línea que postula. En este proyecto la etapa de creación (registro fográfico) ya fue realizada previamente. Corresponde más bien a la Línea de Comunicación y Extensión. Sin embargo es importante rescatar que el proyecto está bien planteado en todas sus fases y se considera un aporte fotográfico de calidad” Bueno, dos y dos son cuatro en todos lados. En Caracas hace un calor de la requetechucha y hay tantos vehículos circulando… me marié! La bencina o el diesel son más baratos que el agua. La comida carona –aunque vi funcionando los Merval y pude constatar que son casi un tercio más baratos que los minimarket y aun más baratos que los supermercados- y la gallá en onda monja con atraso. Harto milico en la calle y su buena cachada de patos malos -bandas organizadas por la oposición y financiadas por los yankis a través de sus órganos de promoción de la “democracia” del tipo que exportan los yankis (se mandan unos mítines relámpago que serían la envidia de los sebastianes acevedo. Son tan producidos que cuentan con vehículos y prensa que los sigue por la ciudad para registrar “el descontento ciudadano”. Ejemplo típico: en un lugar de alto tráfico llega una van. Nueva, obvio, y de ella bajan muchachos hijos de papá. Unos 20. De otro vehículo bajan sus sirvientes con neumáticos y cárteles. ¡Ya se armó! Como dije y aquí repito, el combustible resulta más económico que el agua. Grossa fogata. Gritan algunas consignas tan convincentes como “no es no” u otras bellezas intelectuales o marketing politico, insultando a Chávez, preferentemente. La *prensa registra –la “protesta” dura como 5 minutos- profusamente, en directo y con planos cerrados a los “valientes” que se oponen a la “dictadura” de la mayoría. Y de ahí, a otra esquina u otra calle y otra vez la misma vaina, hasta cinco conté un día) y que en Chile sufrimos desde cabro chico- merodeando o cazando giles, matiné, vermut y noche. Algunas alcaldías –una de Caracas, no recuerdo cual específicamente- cuentan con policía municipal. Por supuesto que a las ordenes del alcalde. Algunos de sus integrantes les dan duro a periodistas y camarógrafos de medios que hacen su aporte al proceso. Igualito que los tombos de las FF.EE. La verdá… verdá, me dolieron los palos que me puso el paconconchesumadre, allá en Santiago, frente al palacio de gobierno. A propósito de palacios y gobiernos, pasando frente a Miraflores, donde se encuentra la casa de gobierno en Caracas, intenté hacer algunas fotos y los polis me dijeron: nones, seguridad nacional(!) Así no se puede o yo no puedo… y viré, no me subí al carro de la revolución en Venezuela. No encontré el andén. Además, como tropecé por enésima vez con la misma piedra, la moza, con la que viajé durante un tramo, no alcanzó a cargar tanta convicción en su mochila y después del incidente de Riohacha (mas detalles en http://revistarevision.blogspot.com) y sólo a días de arribar a Bogotá, se las emplumó. Y bueeeee… quevachaché! En todo caso, no me cabe duda –mientras los milicos sigan sosteniendo al gobierno y respetando la constitución, claro- que la revolución bolivariana tiene para rato. Aunque con los yankis instalados en todas las fronteras de Colombia, la cagada puede ser continental. Pude ver por la tele –acá transmitieron en directo a todo el país- como le temblaba la pera al dictadorzuelo colombiano durante la UNASUR de Bariloche. Hermano, Evo Morales tiene estatura como Los Andes. Lo dejó como chaleco de mono. Con la constitución colombiana en la mano le demostró que el acuerdo con los yankis se sale del marco establecido en la carta de los colombianos. Acto seguido, llamó a los otros socios del club a oponerse a la instalación de bases de cualquier otro país en Sudamérica (…) Llamó a decidir en un referendo popular, porque son ellos son elegidos por el pueblo. Es el pueblo quien decide. ¡Graaaande Evo! Por supuesto, la gordi no abrió sus fruncidos labios y los demás lacayos -el guatón García ni se arrugo: en Bagüa, al norte del Perú, su policia y su ejercito mataron a decenas de indígenas amazónicos hace poquito. Lula reclamaba lo inconveniente de la transmisión por tv, en vivo, porque le preocupaban los titulares de los diarios de mañana(!)- intentaron hacerse los chistosos. Son chistosos. Cuentan con asesores de imagen y “creativos” que les dicen como, que y cuando decir. Manolo González –un viejo y fome humorista de los ochenta- se reía en la cara del tirano chileno. Haciéndose el chistoso. Entre bueyes no hay cornadas. Debemos apoyar la idea de Morales para realizar un referéndum. Hacerles saber cuantos pares son tres moscas. A ver si les quedan ganas de reírse.


* diarios, radios y televisión opositora al proceso de cambio en Venezuela.





SIETE DIAS



Tres días tuve instalada en mi cuarto a una actriz, cantante y modelo caleña. El realismo mágico la asaltó. Se quedó con el traje de escena y su cuerpo. “… el único riesgo es que te quieras quedar” dixit gobierno colombiano. “Malíd vomitando en su mano” es el monologo que presenta en bares y restaurantes, cafés literarios o en alguna de las tantas plaza de esta ciudad. El afiche adjunto habla por si mismo, creo. Bien rica la caleña, algo cagada del mate para mi gusto –p’tas, parece que las escojo con pinzas- por lo que ya se fue. Bogotá es una ciudad grandota también. Tiene gracia. He decido quedarme un tiempo largo por acá. Mi trabajo ha sido bien recibido y en el poco tiempo que estoy acá han surgido varias propuestas. Me han invitado a Mocoa, en el amazonas colombiano, a orillas del río Putumayo. También a Taganga y Palominos, en La Guajira. Caribe colombiano. Veremos como cuaja todo. En todo caso, el barrio La Candelaria, donde estoy viviendo es muy parecido al santiaguino y carretero -según un colombiano que estuvo por allá- Bellavista. Era que no. Y me han recibido bacano, parcero! De repente, la culebra salta por acá. Ya pé. Será hasta otra…