Caminar... mirar... caminar, caminar... Tengo las patas planas de tanto darle al pavimento citadino. Cuando miro hacia el Norte -creyendo que con tanta nube puede llover- me encuentro con las barreras que el ser humano crea para aislarse. Aunque de noche no se ve tan... tan como las wueas. Pasan kosas rareques por acá. Un cabro medio anarko explotó junto a la bomba que llevaba. Se parece harto a la infiltración que los milikos hicieron en el mirismo... varios cabros explotaron también. La dictadura solo anda vestida de civil. Ojo piojo.